Así lo dijo en su intervención en un coloquio organizado por Executive Forum en el que fue preguntado por la inflación, en una jornada en la que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó que el IPC se situó en noviembre en el 5,5% en tasa anual, una décima menos de lo anticipado.

El secretario de Estado de Economía destacó que las subidas en los convenios colectivos se sitúan en el 1,6% y “los agentes sociales son conscientes de que hay oscilaciones de la inflación con los precios de la energía que no tiene sentido y es contraproducente llevarlos a las negociaciones salariales estables”.

En esta línea, pidió “mirar las cosas en media” y puntualizó que en media no se corresponde con el repunte de los últimos meses de la inflación.

García subrayó que “no esperamos” que el repunte de la inflación “vaya a comprometer” el crecimiento económico de 2022 y que “probablemente sí vamos a dejar atrás el régimen de inflación demasiado baja”, de manera en que “en la transición” hacia unos niveles superiores “hay que estar muy atentos para evitar que tengamos un problema de persistencia en la inflación”.

Sobre la reforma laboral, García subrayó el “compromiso de hacer una reforma equilibrada y modernizadora” que reduzca la temporalidad. “Se ha avanzado mucho y se va a aprobar en las próximas semanas”, apuntó, y agregó que la reforma sigue el “modelo europeo” y va en la dirección en la que “las condiciones laborales se adaptan a las necesidades de las empresas”.

En cuanto a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2022, el secretario de Estado aseveró que el “compromiso” es llegar al 60% del salario medio en 2023 y “seguir avanzando”, al tiempo que destacó que los estudios sobre impacto en el empleo muestran que “esos efectos negativos” por la subida “no se producen en la realidad”.

Por otra parte, García subrayó que, en fiscalidad, “nuestra política no es atraer la inversión creando unas condiciones fiscales excepcionales, sino creando un marco de estabilidad, de crecimiento” y se aspira a “que las empresas no vengan aquí porque tenemos impuestos muy bajos, sino porque tenemos un clima de negocio y unas perspectivas de crecimiento favorables”.