En el citado encuentro informativo, organizado en Santiago de Compostela por Nueva Economía Fórum, Vázquez vinculó el incremento de los recursos "a la promoción de un completo paquete de medidas que restrinjan las ineficiencias y a la obtención de resultados medibles y objetivos por parte de las universidades que indiquen el grado de corrección de esas ineficiencias”.

El conselleiro defendió esas condiciones tras repasar los requisitos exigidos en el nuevo decreto de titulaciones para la autorización y el mantenimiento de estudios, que establece, entre otras medidas, un número mínimo de alumnos de nuevo ingreso para los grados –entre 45 y 50- y para los másteres (20).

Recordó, además, la reforma del plan de financiación y que se acaba de presentar el anteproyecto de la nueva Ley de Universidades, que “cierra el círculo de reformas”.

Vázquez incidió en que la Xunta busca una “mayor eficiencia” en los recursos de las universidades, y apeló a la “flexibilidad e imaginación” de los agentes implicados en su gestión.

Destacó, asimismo, que el nuevo plan de financiación para el sistema gallego valora indicadores de eficiencia y que Galicia es “la única comunidad” que incrementa los fondos destinados a universidades en sus presupuestos de este año, con un alza de 2,7 millones de euros.

COLABORACIÓN ENTRE UNIVERSIDADES

En línea de la eficiencia y de avanzar en la eficacia, el conselleiro reiteró su apuesta por la colaboración entre las tres universidades gallegas, que priman y potencian las reformas normativas. Así, subrayó que deben funcionar como un Sistema Universitario de Galicia, y abogó por que “compartan docencia, recursos y profesores”, como ya prevé el anteproyecto de ley.

El conselleiro centró su intervención en los retos de la educación superior –tanto la Formación Profesional como la universitaria--, convencido de que es un campo “básico para la transformación social, económica y cultural”, y defendiendo la apuesta por un “crecimiento inteligente”.

Con esa base, presentó como principales retos –además de la financiación-, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios y la permanencia en los mismos; la mejora de la capacitación del personal docente; de la calidad de la enseñanza; la investigación; la pertinencia de los planes de estudio; el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces, y, “por supuesto”, la empleabilidad.

Destacó en ese sentido la importancia de mejorar ese apartado, con la previsión –apuntada por la Comisión Europea- de que en 2020 la demanda de trabajadores cualificados se habrá elevado hasta llegar al 85% del total.

“Este horizonte nos motiva a seguir cambiando y mejorando el sistema educativo en todos los ámbitos”, dijo, porque “Galicia tiene que alcanzar por lo menos esa tasa, pero con esa tasa no basta”.