Fuentes de la dirección nacional del PP admitieron a Servimedia que el recuento está siendo mucho más apretado de lo esperado, ya que las encuestas internas que manejaba el partido en Andalucía daba por hecha su victoria con mayoría absoluta por entre 55 y 57 escaños.

Ahora, esa mayoría absoluta se ve muy lejos y empiezan a cundir las dudas sobre la posibilidad de gobernar. No obstante, las fuentes consultadas confían en que el PP se lleva la mayor parte de los votos que quedan por sacar de las urnas y esos sufragios inclinen claramente la balanza del lado de su candidato Javier Arenas.

La cosa pinta peor en Asturias, donde el PP tiene casi asumido que no mejorará los resultados de mayo de 2011 a pesar de la fuerte caída de voto del Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos. En el partido se Rajoy se reconoce que el resultado es malo, pero se confía en que las alianzas postelectorales le permitan tocar gobierno.