Agregó que en casos como éste, que afectan a comportamientos corruptos, "de lo que se trata es de que funcione de manera diligente el Estado Derecho", y de que, además, no se asiente en los ciudadanos la idea de que "los delitos de corrupción pueden quedar impunes".

Tras afirmar que no desea ningún mal personal a Matas, Tardà dijo que si una persona es condenada después de un juicio celebrado "con todas las garantías procesales", solo cabe "alegrarse de que el Estado funcione".

A su entender, esta sentencia "tiene un gran valor pedagógico" y evita transmitir a los ciudadanos que estos comportamientos pueden quedar sin castigo.

El expresidente balear, Jaume Matas, ha sido condenado por la Audiencia de Palma de Mallorca a seis años de cárcel por delitos de corrupción. El fallo supone un espaldarazo a las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción de Baleares y del juez instructor José Castro, no solo en este caso, sino en todas las piezas separadas que conforman el sumario del "Palma Arena", incluida la que afecta a Iñaki Urdangarin.

Matas ha sido condenado por beneficiar con dinero público al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany, que los elogiaba luego en sus columnas de "El Mundo".

En concreto, la Sección Primera de la Audiencia, presidida por la magistrada Margarita Beltrán, condena a Matas a una pena de cinco años, tres meses y un día como autor por inducción de los delitos de fraude a la Administración, falsedad en documento oficial y mercantil y prevaricación en concurso con malversación, y a otra pena de nueve meses de prisión por otro delito de tráfico de influencias agravado.

Además, el fallo lleva aparejada la inhabilitación del expresidente balear durante nueve años, seis meses y un día y la pérdida de los honores y atenciones protocolarias que se derivaban del cargo que ocupó.

Asimismo, deberá indemnizar a la Comunidad con algo más de 13.000 euros, de forma solidaria con los también condenados Antonio Alemany, Miguel Romero de la Cerda y Joan Martorell.