Salud
El decano de la Universitat Abat Oliba lamenta que, “en Psicología, a veces se confunde normalidad con estadística”
- Durante el l Congreso Internacional ‘Virtud, Psicología y Salud Mental: el aporte de la concepción cristiana de las virtudes a la Psicología'
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El decano de la Facultad de Psicología de la Universitat Abat Oliba CEU de Barcelona, Martín Echavarría, se mostró este viernes contrario a encasillar la originalidad de la persona en modelos estadísticos. “En Psicología, muchas veces se confunde la realidad con la estadística”, dijo.
Así se pronunció en el Congreso Internacional ‘Virtud, Psicología y Salud Mental: el aporte de la concepción cristiana de las virtudes a la Psicología’. Para Martín Echavarría, “es contranatural establecer un cuadro rígido de características de la personalidad madura”.
El congreso y la línea de investigación conectada con este planteamiento apuestan por una articulación de Psicología y antropología cristiana. Esta convergencia ha de dar lugar a una visión en el que la persona aparezca como un ser individual, único y libre. Asimismo, también muestra sus resistencias a funcionar con un modelo “unívoco” de salud. Así, aunque considera positivo que la OMS maneje un concepto “integral” de la salud y la enfermedad, también advierte del peligro que entraña analizar de forma unívoca los bienes o los males de la persona o la sociedad. “¿El pobre o el disidente político no pueden estar sanos?”, se cuestiona.
Este congreso tiene el propósito de contribuir a la “integración entre Psicología y pensamiento cristiano". Así, el objetivo es salvar las distancias que, con frecuencia, se han generado entre Psicología y antropología cristiana “por incomprensiones y motivos ideológicos”.
En su ponencia, el decano trató la cuestión de la madurez. “Maduro es quien ha desarrollado al máximo sus potencias”, definió. “La perfección del hombre está en conocer y amar a Dios”, y hacerlo en acto y no en potencia. Esto es algo que no se produce de forma “espontánea”, sino que es un proceso que cada persona ha de desarrollar “libre y personalmente”.
Por estas razones, argumentó Echavarría, “es contranatural establecer un cuadro rígido de características de la personalidad madura”. En definitiva, el psicólogo debe abordar al ser humano como una persona, que “seguirá siéndolo incluso en el caso de enfermedad mental”. Y esto implica asumir que la persona debe jugar “un papel activo” en la cura de su personalidad.
(SERVIMEDIA)
10 Dic 2021
AHP/clc