“No existe ningún dato que sugiera que el riesgo de la tercera dosis sea distinto que el de las anteriores, ni para la madre ni para el feto”, establece el documento, que mantiene esta recomendación en los mismos términos que para las dos anteriores, recordando a este respecto que “las mujeres embarazadas presentan mayor riesgo de Covid grave, ingreso en UCI, necesidad de ventilación mecánica y mujer que la población general, aunque el riesgo absoluto permanece bajo”.

De esta manera, la SEGO, junto al resto de sociedades científicas participantes en el documento, recomendó que la administración de esta dosis de refuerzo se realice preferiblemente a partir de la semana 14 de la gestación. No obstante, y dado que no existe contraindicación para la vacunación en ningún momento del embarazo, el documento establece que la administración de la tercera dosis en el primer trimestre podrá considerarse individualmente en el caso de gestantes con alto riesgo de exposición o presencia de comorbilidad, en cuyos casos se estime, por tanto, que el beneficio supera los riesgos.

Por su parte, en el caso de que las primeras dosis de la vacuna hubieran sido de Astra Zeneca o Janssen, o bien que no hayan recibido ninguna dosis, el documento recomienda el uso de vacunas de ARNm para la dosis de refuerzo, independientemente de la edad de la gestante.

A la luz de la evidencia científica disponible, SEGO entendió que el Ministerio de Sanidad incluirá la recomendación de la tercera dosis a las mujeres embarazadas en su próxima actualización de la estrategia de vacunación, al tiempo que valoró que las administraciones promuevan el establecimiento de puntos de vacunación específicos para mujeres embarazadas en torno a los servicios de Ginecología y Obstetricia hospitalarios o Consultas de Matronas en los centros de salud en los que se pueda llevar a cabo la valoración individualizada correspondiente.