Según informa el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en la explotación afectada se sospechó la presencia de la enfermedad el pasado 6 de marzo, debido a la detección de un caso de un ovino que abortó a término un cordero que sufría una malformación congénita compatible con esta patología.

Informados los servicios veterinarios oficiales, se tomaron muestras que fueron analizadas por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Los resultados de los análisis, conocidos hoy, confirman la presencia de la enfermedad, que se ha diseminado por varios países europeos. Se trata de una nueva infección vírica, diagnosticada por primera vez en Alemania en el verano de 2011, que afecta exclusivamente a rumiantes y se transmite fundamentalmente por mosquitos o por vía trasplacentaria.

La patología no parece tener una repercusión económica directa importante en la explotación, dado que los animales adultos infectados se recuperan rápidamente. Sin embargo, la enfermedad sí que puede generar problemas para el sector por las posibles repercusiones que pueda tener para el comercio exterior de animales vivos y de sus productos.