Así lo denuncian refugiados con quienes ha hablado Save the Children, que trabaja en la frontera de Siria, Líbano y Jordania para atender a los niños que huyen del conflicto.

Según la ONG, “los depósitos de agua han sido bombardeados y las familias que se quedan en la ciudad tienen que recoger agua de lluvia”.

“Lo que pasa es aterrador, están matando a gente y siempre hay bombardeos”, señaló un niño de 10 años que ha huido junto a su padre y su hermana a Líbano, indica la ONG.

Además, Save the Children destacó que en todo el país hay muchos niños enfermos que no pueden acceder ni a un tratamiento ni a la medicación necesaria.

“Muchos han sido separados de sus familias y los que llegan están aterrados por los bombardeos, traumatizados tras el viaje y preocupados por los familiares que han dejado atrás”, agregó.

Por ello, la ONG exigió al Gobierno sirio el cese inmediato de la violencia y que permita la entrada de agencias humanitarias en el país.