El Consejo de Gobierno andaluza aprobó este martes la modificación del Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria, vigente desde de 2001, para conciliar el crecimiento urbanístico de estas localidades con las garantías de salud pública.

La reglamentación actual establece que los cementerios deben estar ubicados en terrenos permeables, contar con una zona de protección de 50 metros de anchura libre de toda construcción y, a partir de ésta, una segunda con anchura mínima de 200 metros que no puede destinarse a uso residencial. La excepción aprobada se limita a los municipios que carezcan de otros suelos para construir viviendas dentro de su término.

Junto con esta modificación, el Consejo también ha cambiado el reglamento para adaptar los tanatorios a los avances tecnológicos generados en el sector. En este sentido, se elimina la obligación de que los edificios en los que se ubiquen estén aislados, aunque seguirán siendo de uso exclusivo, salvo que sean tanatorios-crematorios. En este último caso, las instalaciones tendrán que reunir todos los requisitos que actualmente se fijan para los crematorios.