Cuarenta países cuentan ahora con políticas de eliminación de grasas trans, que protegen a 1.400 millones de personas en todo el mundo de este compuesto alimenticio mortal, según un nuevo informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El informe mostró que 940 millones de personas que viven en países de ingresos altos están protegidas por políticas de mejores prácticas, pero nadie que vive en países de ingresos bajos está protegido.

Las grasas trans son un compuesto artificial que se puede encontrar en pasteles, galletas, bizcochos, alimentos envasados, aceites de cocina y productos para untar y está relacionado con un mayor riesgo de ataques cardíacos y muerte por enfermedades cardíacas. Su eliminación del suministro mundial de alimentos podría salvar vidas y reducir la carga sobre la atención médica al prevenir los ataques cardíacos.

Este año, las políticas de mejores prácticas entraron en vigor en Brasil, Perú, Singapur, Turquía, Reino Unido y la Unión Europea. Desde mayo de 2020, Bangladesh, India, Paraguay, Filipinas y Ucrania también aprobaron políticas de eliminación de grasas trans, lo que marca un progreso importante para la iniciativa de la OMS para lograr el objetivo global de eliminar las grasas trans producidas industrialmente para 2023. Sin embargo, los países con la mayor parte de las grasas trans en su suministro de alimentos aún tiene que aprobar estas políticas críticas.

El tercer informe anual de progreso sobre la eliminación mundial de grasas trans destacó un progreso alentador en los países de ingresos bajos y medianos bajos. Bangladesh, India, Filipinas y Ucrania se convirtieron en los primeros países de ingresos medianos-bajos en aprobar políticas de eliminación de grasas trans.

Otros países hicieron avances que probablemente resulten en la aprobación de políticas de eliminación de grasas trans en el corto plazo. Por ejemplo, Nigeria también está promoviendo una política que se espera que se apruebe pronto, lo que lo convertiría en el segundo país de África, después de Sudáfrica, en poner en práctica la política de eliminación de grasas trans.

La OMS recomienda que los países desarrollen, implementen y apliquen políticas de mejores prácticas, ya sea estableciendo límites de grasas trans o prohibiendo los aceites parcialmente hidrogenados (una fuente importante de grasas trans en los alimentos).

Los enfoques recomendados adicionales incluyen invertir en seguimiento y vigilancia, abogar por regulaciones regionales o subregionales para expandir los beneficios de las políticas de grasas trans, aprovechar las políticas de mejores prácticas existentes y brindar apoyo técnico para desarrollar capacidades regulatorias que fomenten el desarrollo, implementación y cumplimiento de políticas de mejores prácticas.

La OMS también alentó a los fabricantes de alimentos a comenzar a implementar los compromisos que asumieron para eliminar las grasas trans producidas industrialmente de sus productos, en espera de que los principales proveedores de aceites y grasas den un paso adelante para eliminar las grasas trans producidas industrialmente de los productos que se venden a los fabricantes de alimentos a nivel mundial.