La afluencia media semanal osciló en torno al millar de personas, aunque está cifra se disparó hasta los 2.000 visitantes durante las últimas vacaciones de Semana Santa.

El Faro o Linterna de la Moncloa tiene como finalidad principal servir de base de comunicaciones a la policía, bomberos y servicios de ambulancias.

Sin embargo, también puede ser visitada por el público e general al precio de 200 pesetas para los adultos y 100 pesetas para niños y tercera edad.

La entrada da derecho a utilizar un ascensor panorámico y recorrer los 400 metros cuadrados que ocupa la plataforma de la torre, desde donde se puede divisar gran parte de la ciudad e incluso el Monasterio de El Escorial y el Valle de los Caídos, cuando el tiempo lo permite.

El mantenimiento de las instalaciones supone para las arcas municipales un gasto de unos tres millones de pesetas al mes.

En un rincipio, el Ayuntamiento pensaba cubrir gastos con los ingresos de taquilla, aunque la notable afluencia de visitantes les está reportando beneficios.