El Tribunal de Justicia de la UE rechaza registrar una marca de orujo con la palabra "hijoputa"
- El dueño de la marca alega que ha vendido 200.000 botellas y no ha tenido ninguna queja
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El Tribunal de Justicia de la Unión Europea considera que la palabra "hijoputa" que acompaña a una marca de orujo es contraria al orden público, por lo que ha decidido no registrarla con este nombre.
Según informó este viernes el citado tribunal, "se ha de denegar el registro de las marcas que sean contrarias al orden público o a las buenas costumbres".
Los hechos se remontan al año 2009, cuando la marca solició ante la Oficina encargada de la gestión de la marca comunitaria (OAMI) su registro. Junto a la marca de orujos y aguardientes, aparecían ciertos elementos gráficos y las expresiones “¡Que buenu ye!” e “hijoputa”.
Dicha oficina consideró que el público de habla hispana de la Unión Europea percibía el término "hijoputa" como un término "intrínsecamente injurioso y ofensivo".
Ante ello, el representante legal de la marca interpuso un recurso ante el Tribunal General solicitando la anulación de la resolución de la OAMI.
La sentencia de este viernes desestima el citado recurso y considera que ninguna de las alegaciones formuladas puede poner en cuestión la apreciación de la OAMI.
Además, la OAMI asegura que el término controvertido tiene el mismo significado que el término "hijo de puta", dado que la omisión de la preposición "de" no cambia el sentido, y que puede ilustrar el significado de estos términos la definición siguiente, extraída del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia: "1. vulg. Mala persona. Insulto". "De este modo, el término controvertido se percibe claramente como un insulto en el lenguaje", sentencia el Tribunal.
"Habida cuenta de este significado, es razonable pensar, como indicó correctamente la OAMI en la resolución impugnada, que el consumidor medio de los productos objeto de la solicitud, representativo de una moralidad pública alejada de los extremos, percibirá principalmente la expresión como gravemente ofensiva y por ende moralmente reprochable", añade.
El propietario de la marcha alegó que el término controvertido va siempre acompañado por la imagen del producto en cuestión, de modo que la sensibilidad del público "no se verá nunca herida, sino que despertará en éste una impresión divertida o jocosa".
Asimismo, el dueño de la marca de orujos y aguardientes dice al Tribunal que se han comercializado más de 200.000 botellas y no se ha recibido ninguna protesta.
Por último, el tribunal recuerda que la denegación de la marca solicitada no afecta a la posibilidad de que se sigan comercializando sus productos.
(SERVIMEDIA)
09 Mar 2012
GFM/caa