Así se desprende de una encuesta sobre los hábitos de los usuarios en Internet realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), junto con asociaciones de Bélgica, Italia y Portugal.

En lo relativo al lugar de conexión, el 68% de los encuestados afirma que tiene Internet en casa y que su hogar es el lugar principal desde el que se conecta. En contra de lo que pudiera creerse, sólo un 25% de los encuestados declaró conectarse principalmente desde su lugar de trabajo.

La frecuencia de conexión es muy alta: dos de cada tres usuarios se conecta a diario. La conexión media es de 18 horas semanales, es decir, dos horas y media diarias. Esta frecuencia se incrementa cuanto más joven es el usuario, llegando a las 22 horas de conexión semanales entre quienes tienen de 18 a 29 años.

La búsqueda de información sobre productos y servicios, leer periódicos, ver vídeos y escuchar música "on line" son las actividades preferidas por los internautas españoles. Más del 40% de los usuarios declara utilizar las redes p2p para descargarse software, música o películas.

Operar con bancos cuenta también con muchos adeptos, sin embargo y a pesar de lo económico del sistema, hacer llamadas o videoconferencias a través de la red es utilizado únicamente por menos del 10% de internautas.

El 73% de los encuestados declara haber comprado alguna vez por Internet y al parecer, con pocos problemas, ya que sólo el 9% los tuvo. El gasto medio de los internautas que han comprado a través de la red durante el último año fue de 821 euros.

La red parece ser también un sitio ideal para relacionarse, según los datos recogidos por la encuesta de la OCU: el 65% de los jóvenes de entre 18 y 29 años tiene un perfil en alguna red social; una de cada cuatro personas con menos de 50 años ha visitado páginas de contactos y el 50% de los encuestados ha visitado webs de contenido sexual.

Entre los encuestados por la OCU con hijos menores de 14 años que usan la red, la gran mayoría se declaran preocupados por los contenidos inadecuados a los que pudieran acceder sus hijos, aunque, sólo el 7% de ellos declaró haber instalado un programa de control parental. La inmensa mayoría prefiere "espiar" las páginas que han visitado los menores.

Finalmente, la encuesta revela que los españoles pagan las conexiones más caras a Internet: unos 200 euros más al año que los franceses y más que en casi todos los países de su entorno, que disponen de accesos económicos con velocidades más altas que las ofertadas en España.