Durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, García-Margallo se marcó como objetivo para esta legislatura que el continente europeo vuelva a tener el peso económico en el mundo que tenía hasta la actual crisis económica y financiera.

A su juicio, la UE necesita avanzar juntas con medidas como una "recapitalización de los bancos" similar a la que el Gobierno español ha aprobado con la reciente reforma financiera y un fondo de rescate que sirva de "cortafuegos para que realmente sea disuasorio" a la hora de frenar la especulación de los mercados.

García-Margallo reclamó un "gobierno económico" para la Unión Europea que unifique las políticas de los países miembros, dado que considera que la crisis actial "no es económica", sino "política", porque lo que se pone en duda es "nuestra voluntad de querer seguir juntos y mantener la unidad monetaria".

Al repasar los principales objetivos de su departamento, el ministro concedió especial importante a la participación española en las misiones internacionales de Afganistán, Líbano y el océano Índico (para la lucha contra la piratería internacional).

Garantizó que España no realizará "movimientos unilaterales" mientras gobierne el PP en ninguna de estas misiones, ya que considera que no se pueden producir "retiradas parciales o no consultadas". Si se hiciera, advirtió, se lanzaría un mensaje a los socios internacionales de no ser "fiables y creíbles".

García-Margallo prometió mantener una "relación equilibrada" con Marruecos y Argelia, así como una especial atención con la primavera árabe del norte de África. Sobre ella, comentó que en esta zona del planeta se están produciendo más cambios que en Iberoamérica pero no se sabe cuál será el final del proceso.

El ministro de Exteriores anunció "mayores esfuerzos" en las relaciones con Asia y Pacífico por la importancia económica que está adquiriendo en los últimos años, hasta el punto de entender que se trata de un "eje nuevo" que España debe incorporar a su misión diplomática.

La vía de entrada en Asia debe ser, en su opinión, la marca España que el Ministerio de Exteriores pretende impulsar con la presentación el próximo 25 de abril de sus principales objetivos y tareas.

Presumió de "espectacular penetración" que el mercado español tiene en Estados Unidos y otros países con economías abiertas, donde las empresas nacionales se están convirtiendo en un referente en materia de alta velocidad, autopistas, aeropuertos y plantas solares, entre otras cosas.

Además, sumó a la labor diplomática tradicional otras tareas como la diplomacia económica, la diplomacia cultural y la diplomacia pública desde todas las instituciones del Estado y que, en su opinión, pueden servir para abrir mercado a las empresas españolas en todo el mundo.