Así lo expresó en un encuentro informativo en Servimedia, donde no quiso exigir expresamente que Occidente ponga en peligro a sus soldados para derrocar al régimen sirio, pero advirtió: "A veces la tolerancia con la intolerancia crea más violencia".

Para Bar, Siria forma parte de una coalición extremista que abarca también a Irán, Hamas e Hizbulá, y ante la cual los ojos de la comunidad internacional comienzan a abrirse ahora que ven cómo masacran a su propio pueblo.

Tras la conquista del bastión rebelde de Homs por las tropas gubernamentales, el embajador se preguntó "cuánto más va a tardar en intervenir la comunidad internacional".

Así, aunque Israel no tiene por qué aconsejar cómo ha de intervenir y entiende que la UE sea reacia a enviar a sus soldados, dijo que él espera "que haga lo necesario para poner fin a este régimen".

Bar lamentó también el comportamiento de China y Rusia en este conflicto, que a su juicio "está más relacionado con el juego de poder de las superpotencias" que con el enfoque real de los problemas.

Según dijo, el que renuncien a jugar "un papel más constructivo" perjudica la búsqueda de soluciones diplomáticas y políticas a estos conflictos, desaprovechando el efecto que tendría la comparecencia de una comunidad internacional unida y regresando a "un mundo de rivalidad que aumenta la posibilidad de violencia".