Así lo revelan los resultados del proceso de la Nuclear Decommissioning Authority (NDA) de Reino Unido concluido hoy, 28 de octubre.

El consorcio, participado en un 40% por Iberdrola, en otro 40% por GDF Suez y en un 20% por SSE, se constituyó a comienzos de 2009 para participar en el programa británico de construcción de nuevas plantas nucleares.

Los socios, según informaron hoy, son conscientes de las significativas inversiones que es necesario abordar en Reino Unido para reemplazar el parque de centrales nucleares y de carbón cercano al fin de su vida útil.

Estas inversiones son fundamentales para garantizar la seguridad de suministro eléctrico y lograr el objetivo de reducción de emisiones de CO2 establecido por el Gobierno británico.

El consorcio se compromete a colaborar en la consecución de estas metas, apoyado en sus conocimientos técnicos, su capacidad financiera y su experiencia en la operación y mantenimiento de plantas nucleares.

Su objetivo es llevar a cabo una gestión profesional y entablar una relación fructífera a largo plazo con las comunidades locales. Asimismo, confía en contribuir a la consolidación del Cumbria como un polo energético a través del desarrollo de nuevos reactores en la región, dado que esta zona constituye uno de los mejores emplazamientos posibles por su tradición nuclear.

A partir de ahora, los socios prepararán un plan detallado para instalar una nueva central nuclear en este emplazamiento con una capacidad de 3.600 megavatios (MW) de potencia.

Este plan será sometido a la consideración de las autoridades competentes, al objeto de poder iniciar la construcción de la nueva planta en el año 2015.

El consorcio también llevará a cabo una planificación para maximizar la participación en el proyecto de empresas suministradoras y empleados de Reino Unido.