Así lo indicó durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Senado para informar en relación con el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, en la que defendió que la Seguridad Social es “absolutamente sostenible” en el corto plazo y que hay que distinguir esto del “problema de largo plazo” que supone la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Arroyo apuntó que “ha habido mucha confusión durante mucho tiempo, de forma no casual, para confundir la situación presupuestaria a corto plazo de la Seguridad Social con la sostenibilidad, que es un problema de largo plazo”.

En este sentido, el secretario de Estado indicó que todos los países occidentales “tienen un asunto al que atender, que es la jubilación de la generación del ‘baby boom’, que se va a producir en la década de 2040-2050”, mientras que “la situación presupuestaria de corto plazo de déficit de la Seguridad Social en los últimos años no tiene nada que ver con la sostenibilidad”.

Así, Arroyo aseguró que “tenemos un sistema de Seguridad Social en el corto plazo absolutamente sostenible” y que “el problema es de una inadecuada financiación, una inadecuada separación de fuentes” porque “durante muchos años se le han ido encargando tareas que no le eran propias pero que no se le financiaban; se introducían nuevas prestaciones, nuevos subsidios, nuevas reducciones a la cotización, pero no se introducía financiación adicional expresa para estas medidas”.

Por ello, defendió la recomendación del Pacto de Toledo de clarificar “cuáles son esas relaciones financieras entre el Estado y la Seguridad Social”, para acto seguido indicar que, resuelta esa cuestión, “la situación es cercana al equilibrio”.

FACTOR DE SOSTENIBILIDAD

En cuanto a la sostenibilidad de las pensiones, Arroyo defendió que “el problema del largo plazo hay que atenderlo con instrumentos de largo plazo”, de forma que “la reforma de pensiones que se está tramitando tiene medidas de ese tipo”, como los incentivos para demorar la edad de jubilación o el Mecanismo de Equidad intergeneracional.

Sobre este último, explicó que “viene a sustituir el Factor de Sostenibilidad” introducido en la reforma del 2013 y que Arroyo consideró “un éxito de marketing, porque tiene un nombre que hace pensar que es la clave de bóveda del sistema y hace pensar que esa sostenibilidad viene determinada por ese factor”.

A este respecto, sobre la reforma de 2013 y el Factor de Sostenibilidad opinó que “encargar un diseño de algo tan importante como el sistema de pensiones a un comité de expertos, hurtándole su papel al Pacto de Toledo, al diálogo social y al Parlamento me parece que no es la forma”, para agregar que fue “una reforma fallida, era una reforma ‘fake’, para la galería y que políticamente no era sostenible.

De esta forma, el secretario de Estado aseguró que el Factor de Sostenibilidad “estaba mal diseñado porque era estructural” y “era un elemento tendencial que crecía siempre”, de manera que “reducía de manera permanente las pensiones de los nuevos pensionistas” y “cuanto más joven más la reducía”.

En este sentido, subrayó que “dentro de 30 o 40 años el problema de sostenibilidad va a ser mucho menor porque la generación del ‘baby boom’ va a empezar a salir del sistema”, por lo que, argumentó, el Factor de Sostenibilidad “está mal diseñado porque atendía un problema cíclico como es el problema demográfico de la jubilación de la generación del ‘baby boom’, con un instrumento estructural”.

Por otra parte, Arroyo también se refirió al Ingreso Mínimo Vital, sobre el que afirmó que dentro de unos años será considerado “una historia de éxito”; y también a la protección a los trabajadores autónomos durante la pandemia, defendiendo la “atención especial” e “inédita” recibida por este colectivo.

Por último, también se refirió a la decisión de rebajar en los Presupuestos el incentivo a los planes de pensiones individuales y, por el contrario, aumentar el de los planes colectivos de empresa, señalando que el incentivo a los primeros “no estaba fomentando el ahorro a largo plazo ni estaba cumpliendo su objetivo”, tal y como señaló Airef, y que “esos recursos están mejor en la promoción del ahorro colectivo”.