Caso Nóos. Urdangarin reconoce que algunos de los trabajos de Nóos se sacaron de Internet
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El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, reconoció en el interrogatorio judicial al que fue sometido este fin de semana que “es cierto que algunos trabajadores” del Instituto Nóos y de sus empresas satélite “se dedicaban a obtener de Internet informaciones del turismo y del deporte”, unos datos con los que luego se elaboraron algunos de los informes que el organismo vendió a administraciones públicas o a empresas privadas.
Entre estos informes destaca uno de 13 páginas que el Instituto Nóos vendió al Villarreal Club de Fútbol por 690.000 euros. “Era una información que se leía, se procesaba y, en el caso de que fuera necesario utilizarla en algún proyecto, así se hacía”, dijo el yerno del Rey sobre las búsquedas en Internet denunciadas por algunos de los empleados de la presunta trama de captación y desvió de dinero.
Estas afirmaciones vienen recogidas en la trascripción de la declaración judicial prestada este fin de semana durante 22 horas por Urdangarin, un documento de 43 folios al que ha tenido acceso Servimedia.
El yerno del Rey también ha reconocido que los trabajadores, tal como declararon estos ante la policía, pasaban de unas empresas a otras y cobraban de sociedades que no eran para las que prestaban sus servicios. Urdangarin dijo que esta práctica se realizaba porque así se lo recomendaron desde la asesoría y desde el servicio de recursos humanos.
EMPLEADOS “FANTASMA”
Urdangarin negó que Aizoon, la empresa que compartía al 50 por ciento con la infanta Cristina, contratará a tres empleados fantasma “para acumular seguridad social”. Esta presunta irregularidad fue destapada gracias a un correo electrónico de 2009 intervenido, en el que el contable de Nóos, Marco Antonio Tejeiro, pregunta a la secretaria del duque de Palma, Julieta Cuquerella, si conocía a alguien que quisiese ser dado de alta para “acumular seguridad social”. El marido de la infanta dijo desconocer a quien se refiere este correo electrónico. Aizoon acabó contratando a dos familiares y una amiga de Cuquerella, quienes vivían en Madrid a pesar de que la empresa está radicada en Barcelona.
Urdangarin aseguró que estos empleados, en realidad, “realizaban trabajos efectivos que algunos, como los de buscar información, no exigían hacerlos en la sede” de la empresa.
El juez Castro le preguntó si era necesario que Aizoon se gastase 42.279 euros en “decoración, obras de arte, tapicería y electrodomésticos”. Urdangarin contestó diciendo que adoptó “los criterios” que le parecieron “oportunos sobre su decoración”.
(SERVIMEDIA)
27 Feb 2012
DCD/gja