El organismo informó mediante nota de prensa que llegó a esta conclusión luego de analizar 12 empresas que venden estos servicios, que van desde una "incierta participación en un sorteo" hasta la posiblilidad de descargar contenidos para el móvil.

“En más de un 75% de las contrataciones no se recibió el servicio. La causa de este incumplimiento es clara: un 60% de los mensajes cobrados no llegaron a nuestros terminales, debido a que los prestadores una vez finalizada la contratación utilizando la mensajería tradicional (SMS), cambian la tecnología de sus mensajes haciendo invisible el servicio para el usuario que, sin embargo, sí tendrá que pagar a su operador”, explicó OCU.

Las organización añade que las empresas de mensajería Premium “incumplen sistemáticamente el Código de Conducta que regula estos servicios desde el año 2009”, una norma que, además, califica de “poco útil” y benigna con los incumplidores.

Así, detalló que por este motivo se ha dirigido al nuevo secretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo-Sotelo, exigiendo la suspensión de los servicios de suscripción mediante SMS Premium, al menos mientras no exista una normativa clara y eficaz que impida el fraude en estas prácticas.

La organización sostuvo que ninguno de los "banners" publicitarios de esos servicios incluye información de la que debería disponer de manera obligatoria y las páginas web de contratación “disfrazan el servicio” que el usuario intenta contratar.

Explicó que “las empresas de mensajería Premium captan a su clientela mediante ganchos en Internet que consisten en participar en un sorteo, obtener los resultados de un test, participar en una encuesta o simular la descarga de un contenido. El resultado es el cobro de 1,42 euros por cada uno de los mensajes que el usuario recibe desde una numeración que empieza por 79 y que puede llegar a superar los 60 euros mensuales”.

Agregó que los incumplimientos afectan también a los mensajes informativos que obligatoriamente deben acompañar la contratación de estos servicios. “Estos mensajes son enviados, pero su contenido no cumple con lo previsto en la norma, ni siquiera cuando el operador interviene en ese proceso de contratación, ya sea enviando su propio mensaje informativo como hace Orange o fijando el contenido del mensaje informativo como hace Vodafone", subrayan.