Según informó el Instituto Armado, las estafas bancarias superaron los 120.000 euros y fueron realizadas por el método del “phishing”, que consiste en hacerse con las claves para acceder a través de Internet a las cuentas corrientes de distintas personas.

Las estafas bancarias afectaron a comunidades de vecinos de Oropesa del Mar durante el pasado verano. Los detenidos accedían a la información bancaria tras enviar programas espía a los ordenadores de sus víctimas.

El dinero de los estafados era luego transferido a terceras personas (conocidas como “mulas”), quienes cuales, a su vez, enviaban ese dinero fuera de España, generalmente a países del Este a través de servicios de envío de dinero. Las “mulas” eran captadas a través de falsas ofertas de trabajo, en las que ofrecían un porcentaje del dinero que tenían que enviar fuera de España.

A raíz de las denuncias presentadas, se inició una compleja investigación por parte del EDITE (Equipo de Investigación Tecnológica) de la Guardia Civil. Los agentes, tras rastrear las comunicaciones, pudieron descubrir que los accesos a las cuentas corrientes se habían efectuado desde conexiones a Internet de las localidades de Irún y Bilbao.

Asimismo se pudo comprobar que el dinero sustraído de las diferentes cuentas corrientes se había trasferido a diferentes personas de toda España.

Una vez recopilada toda la información se produjeron las detenciones de estas veinte personas en Gerona, Barcelona, Lérida, Navarra, Asturias, Galicia, Madrid, Jaén, Huelva, Murcia, Valencia y Castellón.