"Había que decirlo y había que decirlo pronto", se reafirmó el ministro en el turno de réplica de su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados. García-Margallo aceptó que el resultado de las conversaciones entre España y el Reino Unido se someta luego a la voluntad de los gibraltareños, pero no que el Gobierno del Peñón impida su inicio.

Según dijo, no protestar contra el "statu quo" impuesto por el Foro Tripartito supone que, de facto, la situación acaba imponiéndose al Estado que lo acepta, en este caso España.

Por eso, insistió en su enfoque de conversaciones entre Madrid y Londres y, si se da entrada a Gibraltar, que se haga lo propio con el Campo de Gibraltar español: "O dos o cuatro, lo que no hay es tres".

Otros momentos destacados de la réplica ocurrieron cuando se definió como federalista ("un federalista no deja de ser federalista por ser ministro") para responder a las objeciones de los partidos nacionalistas y cuando contestó a la portavoz del PSOE, Elena Valenciano, quien dudó de que el nuevo embajador en Londres, Federico Trillo, sea una "persona excepcional", requisito que se había fijado el ministro para nombrar a embajadores no diplomáticos.

García-Margallo bromeó: "Si en algo vamos a coincidir todos es en que Federico Trillo es es extraordinario. Usted sabrá por qué y yo sabré por qué". Más en serio, apeló a su doble condición de expresidente del Congreso de los Diputados y exministro de Defensa.

Como promesa, anunció que tanto él como el Rey visitarán este año todos los países iberoamericanos para recabar el mayor número posible de asistentes a la cumbre de Cádiz.