Los beneficiarios potenciales (unas 1.000 familias) de este proyecto piloto podrán intercambiar el código electrónico que reciban por alimentos frescos en tiendas de barrio, según informó hoy el PMA.

Estos "vales virtuales" equivaldrán a unos 22 dólares por familia (casi 15 euros) y se enviarán cada dos meses como suplemento a la ayuda tradicional.

De esa manera, los refugiados podrán adquirir arroz, harina, lentejas, garbanzos, aceite y conservas de pescado. Además, también obtendrán huevos y queso, artículos que habitualmente no se incluyen en las ayudas convencionales del PMA.

El proyecto se concibió teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los 130.000 refugiados iraquíes en Siria que reciben ayuda del PMA, de los 1,2 millones que residen en este país, tienen teléfonos móviles.

Con esta iniciativa, según el director del PMA en Siria, Muhannad Hadi, "la gente ya no tendrán que hacer cola en los puntos de distribución de alimentos o hacer largos viajes hasta los centros de distribución".