También manifestó su apoyo a este al sector, que cuenta con más de 2.000 empresas y cerca de 30.000 trabajadores en la región, durante su visita a la explotación ovina Embrujo de la Sierra, ubicada en Colmenar Viejo, donde pidió alternativas ante “la subida de la luz que está ahogando al sector”, deducciones fiscales para la compra de abonos, fertilizantes o gasóleo, o la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social en el Régimen Agrario.

Ayuso también pidió una bonificación de los contratos de trabajo en esta actividad que garantice que los agricultores y ganaderos no cobran por debajo de los costes de producción y que, además, expliquen “cómo se definen los costes y a quién van a controlar y supervisar”.

Asimismo, dijo que quiere que se cumplan “las mismas reglas del juego para que el queso, el aceite o cualquier otro producto llegue al consumidor europeo sin trabas, como ocurre, por ejemplo, con los productos de China o de Marruecos”.

“Nuestros agricultores están en clara desventaja competitiva con ellos”, dijo Ayuso, quien aseguró que su Gobierno “sí respalda a sus agricultores y ganaderos”.

De hecho, señaló, el presupuesto conjunto de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) ha aumentado un 19% hasta alcanzar los 83,4 millones de euros para el próximo año.

“El Gobierno de la Comunidad de Madrid va a seguir luchando con todas sus fuerzas para ayudarles a superar esta muy difícil situación que están atravesando”, indicó la presidenta, quien destacó el Plan Terra puesto en marcha en 2020, con una inversión superior a 100 millones de euros. Este engloba más de 50 medidas para estimular la liberalización y desburocratización del sector, potenciar la competitividad y la comercialización, el relevo generacional, la formación y el asesoramiento, así como la sostenibilidad medioambiental, económica y social.