Según informó la Policía, toda esta actividad era coordinada por Pedro F.C., de 55 años, cabecilla de la organización, propietario del local y titular de la cuenta bancaria donde se dirigían todos los pagos realizados en el prostíbulo.

Además del dueño del local, han sido arrestados el encargado, los tarjeteros, las camareras y las prostitutas. Todos ellos se repartían las tareas para atraer a la clientela en la calle, conseguir que accedieran al local y cometer los robos.

Los empleados del prostíbulo captaban a los clientes mediante el reparto de invitaciones en la calle. Una vez en el interior del local y en un momento de descuido de la víctima, echaban un sedante en la consumición de la víctima.

SOMNOLENCIA

Seguidamente, los empleados aprovechaban el estado de somnolencia para copiar el número PIN de la tarjeta del cliente o falsificar su firma. Con esto hacían diversos cobros en las tarjetas de crédito sin su consentimiento.

La investigación comenzó el pasado mes de noviembre. A raíz de varias denuncias, los agentes tuvieron conocimiento de la ilícita actividad que se desarrollaba en un local situado en los bajos de Azca de la capital.

En todos los casos, las víctimas manifestaron a los agentes que habían consumido alguna bebida en el local y, en un momento determinado, habían empezado a notar una sensación de cansancio y somnolencia. Incluso uno de los denunciantes relató que, en un momento determinado, se confundió de copa y una de las prostitutas se puso nerviosa y le gritó que no se equivocara.

Al retomar la consciencia, comprobaban que se habían realizado una serie de cargos con sus tarjetas de crédito sin su consentimiento ni conocimiento.