Tanto es así, explicó la entidad, que cerca de 1.500 personas siguen al detalle todas las informaciones difundidas por el comité desde sus perfiles de Facebook y Twitter desde que se activaron, hace cuatro meses.

Es, pues, "necesario", prosiguió la entidad, responder "a las necesidades de muchas personas de relacionarse, expresarse e interactuar a través de las redes sociales", ya que podría repercutir beneficiosamente en la interactividad de los millones de ciudadanos con discapacidad que viven actualmente en el mundo.

Y es que, constató Cermi Madrid, quedan todavía muchas cosas por hacer, ya que "son múltiples los obstáculos que impiden la plena integración de las personas con discapacidad en esta nueva sociedad global". A modo de ejemplo, el comité citó la complejidad de crear perfiles, de corregir informaciones o de controlar las visitas.

"Es más", añadió, "la falta de usabilidad y accesibilidad de las plataformas obligan a que dependiendo del tipo de discapacidad sea necesario utilizar aplicaciones clientes y no las páginas web de las distintas redes sociales, de manera que las personas con discapacidad no están en igualdad respecto al resto de la sociedad".

Porque, finalizó la agrupación, "de nada sirve intentar sensibilizar y difundir los asuntos relacionados con la discapacidad, si al mismo tiempo hay miles de personas que tienen vetada su participación debido a las carencias en cuanto a la accesibilidad".