Según la información compartida por el ministerio, todos los agentes podrán aportar sus consideraciones hasta el próximo 3 de diciembre. La primera de las órdenes corresponde a proyectos pioneros y singulares que combinen la producción, la distribución y el uso del gas en una misma ubicación. La segunda incumbe a la cadena de valor innovadora y de conocimiento, así como a instalaciones de ensayo y nuevas líneas de fabricación.

El importe de estas ayudas –enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia– se determinará en las mismas convocatorias, que podrán fijar un límite máximo de ayuda por proyecto y beneficiario, así como una inversión mínima por proyecto, y asignar un presupuesto máximo por tipología de actuación.

La entidad encargada de gestionar estas ayudas será el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que las otorgará en régimen de concurrencia competitiva y las instrumentará en forma de subvención. Los beneficiarios recibirán los importes acordados una vez se verifique la ejecución del proyecto y se acrediten los costes subvencionables incurridos. Además, será necesario que los proyectos respeten el principio de “no causar un daño significativo” al medio ambiente.

La adjudicación de fondos dependerá de las características técnicas y viabilidad de los proyectos, su impacto, las externalidades y la provisión de una mayor financiación privada por cada euro de financiación pública.