Gómez, que hizo estas declaraciones tras reunirse con los secretarios regionales del sector de UGT y CCOO, Mariano Hoya y Agustín Martín, respectivamente, mostró su preocupación por la deslocalización que están sufriendo las empresas de Madrid hacia otros territorios, lo cual hace “daño al conjunto del país”.

En este sentido, señaló que se necesita una Ley de Industria que “aborde los temas de suelo industrial en la región, la rehabilitación de zonas industriales degradadas en nuestra comunidad y un plan estratégico que vertebre económicamente el futuro de Madrid, con áreas perfectamente definidas como es el Corredor del Henares, el sur metropolitano, algunos distritos de Madrid ciudad o el norte de nuestra región”.

Además, añadió, esta ley debe dedicar recursos económicos para la formación permanente de trabajadores y para investigación, desarrollo e innovación, ya que "en Madrid, hoy por hoy, la industria es fundamentalmente pequeña y mediana empresa, por lo que no tiene capacidad económica para realizar inversiones importantes y sustantivas en estas materias que culminen en innovación tecnológica".

“En definitiva, una ley que permita a Madrid colocarse a la cabeza, puesto que hoy en Madrid no hay política industrial”, manifestó.

Asimismo, criticó “la inacción y despreocupación del Gobierno regional, ya que en lugar de ir hacia una economía más fuerte, más estable y más resistente a la pérdida de empleo potenciando el tejido industrial en la región, lo cual genera trabajos de calidad, limpios, modernos y de innovación, en Madrid se apuesta por proyectos como el de Las Vegas, por el modelo de la poca cualificación, de la especulación”.

Por su parte, Mariano Hoya dijo que lo que necesita la industria en la región son “compromisos políticos y esfuerzos de inversores en infraestructuras” para evitar que las grandes empresas se marchen, a la vez que ha denunciado el mal estado de los polígonos en la comunidad, que “parecen zonas catastróficas”.

En la misma línea se manifestó Agustín Martín, quien señaló que “mientras este país ha estado viviendo al calor de la especulación inmobiliaria nadie ha echado en falta que fueran desapareciendo empresas porque era más beneficioso y daba más rentabilidad cerrar una empresa, echar a sus trabajadores, limpiar el terreno y construir un bloque de pisos”.