Además, el 54% valora de igual manera su salud mental, aspecto que en la media europea no pasó del 45%. Aun así, los encuestados señalaron los problemas psicológicos como la principal consecuencia de la pandemia.

Estas son solo algunas de las conclusiones de la ‘Encuesta Merck: La percepción de la salud de los europeos dos años después del inicio de la Covid-19’, una iniciativa de la compañía de ciencia y tecnología Merck realizada con el apoyo técnico de GAD3 en la que participaron 6.000 personas de entre 18 y 65 años procedentes de diez países (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa y Suiza).

“Esta pandemia ha desencadenado la mayor crisis sanitaria, social y económica en prácticamente un siglo y en Merck hemos querido conocer su impacto en la salud y estilo de vida de los europeos y europeas”, señaló Marieta Jiménez, Senior Vicepresident de Merck en Europa.

La macroencuesta pone de manifiesto que los europeos (especialmente italianos, españoles y portugueses) consideran que la pandemia les ha ayudado a hablar abiertamente con su entorno personal y profesional sobre su salud física y mental. Así fue para seis de cada diez españoles. Además, el 42% de los encuestados españoles aseguró que mejoró la convivencia familiar y un tercio que favoreció nuevos hábitos saludables y un espíritu común más solidario.

Frente a ello, los españoles encuestados enfatizaron el peso de los problemas emocionales derivados de la pandemia y no haber podido atender bien las responsabilidades familiares y laborales. Los resultados muestran que el 19% de los jóvenes españoles (el 23% de los europeos) necesitó ayuda psicológica. El estrés y la ansiedad, especialmente entre las mujeres de entre 18 y 29 años, son, junto con el miedo y la incertidumbre, las consecuencias psicológicas que más impactaron en los españoles en este último año. De hecho, el 35% (el 26% de los europeos) desarrolló miedo al contacto físico con otras personas.

Tras el periodo más agudo de la crisis sanitaria, uno de cada tres españoles encuestados aseguró haber reducido el consumo de alcohol y drogas, el 36% dijo que habían disminuido sus relaciones sexuales y el 20% afirmó haber empezado a hacer una dieta más sana.