Asimismo, deberán serlo las instalaciones que presten servicio a dichos centros laborales, como cafeterías o comedores, y las ampliaciones de nueva construcción de edificios ya existentes.

El texto incluye medidas como la instalación de alarmas de incendios adaptadas a ciertos tipos de discapacidad, como la sordera, que emitan avisos visuales en caso de emergencias.

El decreto afectará a los edificios cuyo permiso de construcción se deposite dentro 6 meses.

La Federación de accidentados de Francia (Fnath, según sus siglas en francés) ha acogido con satisfacción estas medidas, pero critican la exención de la obligación de realizar adaptaciones en caso de “imposibilidad técnica motivada por el entorno en el que se encuentra el edificio”.

Esta organización también reivindica la aprobación de medidas que hagan obligatoria la realización de adaptaciones que garanticen la accesibilidad de los centros de trabajo existentes para los trabajadores con discapacidad.