Lo hizo en el acto 'Construir futuro: retos y alianzas populares' que ha organizado Podemos en la Casa América Madrid con representantes del Partido del Trabajo de Brasil, incluido el propio Lula da Silva, y en el que también participan la secretaria de Política Internacional del PSOE, Hana Jalloul, y portavoces de UGT y CCOO.

“Hay gente que dice que lo que pasó en Brasil no podría pasar en España. No estoy de acuerdo”, arrancó Belarra, quien advirtió de que “la derecha y la extrema derecha van a utilizar todos los recursos, legítimos o ilegítimos, para evitar que fuerzas progresistas como la nuestra puedan entrar en los gobiernos, y, cuando entran, tengan que salir por la vía que sea”. Por tanto, sentenció: “Lo que pasó en Brasil podría pasar en España”.

Estas advertencias contra las maniobras del poder judicial fue una constante en los intervinientes anteriores, comenzando por el antecesor de Belarra en el Gobierno y en Podemos, Pablo Iglesias; el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, y, fuera de Unidas Podemos, hasta la propia Jalloul. La dirigente socialista también alertó contra el “uso del ‘lawfare’ (judicialización de la política) y la instrumentalización de la justicia”, así como contra los “insultos” y la desinformación” que divulgan los partidos y medios de comunicación de la derecha, todo lo cual “genera frustración y soluciones populistas y autoritarias”.

A partir de ahí, la ministra repitió mensajes habituales de Podemos como que “la derecha y la extrema derecha sólo apuestan por la democracia cuando ganan”, de forma que ahora “el PP se dedica permanentemente a saltarse la ley y la Constitución para no renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y poder seguir controlando por la puerta de atrás”.

También diagnosticó que, en la crisis del coronavirus, “el neoliberalismo ha mostrado todas sus costuras, todos sus límites”, y de esa forma “nos ha abierto una oportunidad a la gente progresista”, para mostrar que se puede “construir una alternativa mejor”. En su opinión, en esta crisis “ha sido lo público, lo común, lo que nos ha protegido”, e incluso “podríamos estar hablando del fin de la pandemia, pero no es así porque las patentes de las farmacéuticas privadas lo impiden”. En esa línea, defendió que, como Francia, “España tiene que tener una nube de datos pública”.

Belarra visitó otros mensajes frecuentes como que el movimiento feminista, por su capacidad transformadora, es “el principal objetivo a batir de la extrema derecha”; que la “primera línea del movimiento ecologista son los pueblos originarios que están defendiendo la Amazonia” y que “no puede haber en ningún caso justicia social sin justicia fiscal”, de manera que ésta última “tiene que estar en el centro de nuestros discursos”. Como ejemplo, añoró los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en los que el impuesto sobre la renta en EEUU ascendió al 90%.