Rubalcaba avanzó estos planes en Madrid durante una rueda de prensa en la sede federal del PSOE al término de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal, la primera tras el 38º Congreso Federal que se celebró ese fin de semana en Sevilla.

Dijo que la primera gran cita con la que piensa estrenar su agenda es un encuentro en el Palacio de La Moncloa con Mariano Rajoy para garantizarle que hará una "oposición útil" y que está dispuesto a llegar a acuerdos con el Gobierno.

Rubalcaba subrayó "especialmente" su voluntad de consensuar la política antiterrorista y trabajar desde la "máxima lealtad y colaboración" con Rajoy para conseguir la desaparición total de ETA.

Otro de los asuntos que piensa abordar con Rajoy es la renovación del Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y el Consejo de Administración de RTVE. Sobre este asunto, lamentó que el PP impidiera un acuerdo la pasada legislatura para ahora contar con mayor ventaja en la negociación tras su victoria en las elecciones generales.

El nuevo líder socialista reconoció que posiblemente tendrá que "discrepar en lo económico" con el Gobierno de Rajoy porque considera que "con ajustes solo no llegamos" a crear empleo y salir de la crisis económica.

Precisamente, señaló a la economía y la creación de empleo como la "primera prioridad" del PSOE para esta legislatura y, por ello, anunció su intención de reunirse "lo más urgente posible" con los principales sindicatos y la patronal.

Recordó que una de las directrices aprobadas en el 38º Congreso Federal del PSOE es que la salida de la crisis debe producirse "con equidad y con cohesión", sin que salgan perjudicados quienes están en situación de inferioridad.

La otra gran cita que ya está preparando Rubalcaba es con el presidente del Parlamento Europeo, el socialista Martin Shultz, a quien definió como un "amigo personal".

NUEVAS DIRECTRICES

En clave interna, Rubalcaba envió en la reunión a puerta cerrada un mensaje de unidad y cohesión a los suyos tras la celebración del Congreso Federal de Sevilla.

Reconoció ante los suyos que la nueva dirección es "colegiada" y, por lo tanto, "plural". Pero recalcó que el PSOE debe comportarse en adelante como "un solo partido" y dio pistas de querer corregir algunos de los errores de los últimos años. "Somos conscientes de que lo que hace el PSOE en cada comunidad acabamos siendo responsables todos los socialistas", apuntó.

Asimismo, Rubalcaba pidió poner en marcha cuanto antes las nuevas fórmulas de participación de los militantes y los simpatizantes acordadas en el cónclave socialista, con el fin de acabar con los "problemas de participación" más recientes.

Subrayó que la Secretaría de Igualdad sube de "rango" hasta situarse como la segunda en importancia, sólo por detrás de Organización. Se trata de una "decisión política" que pretende dar prioridad a un asunto que considera "capital".

El nuevo secretario general del PSOE también marcó una ligera distancia respecto a la manera que su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha tenido de liderar el partido en los últimos tiempos.

Recalcó que, en la primera reunión, el debate fue "distinto": "Hasta ahora nos preocupábamos de cuáles eran nuestros fallos y ahora queremos preocuparnos de cuáles deben ser nuestros aciertos".

En el ámbito del partido, la prioridad de los dos primeros meses será las elecciones autonómicas del 25 de marzo en Andalucía y Asturias, donde Rubalcaba piensa volcarse para que José Antonio Griñán mantenga el poder y para que Javier Fernández desplace a Francisco Álvarez-Cascos de la Presidencia del Principado de Asturias.

Finalmente, evitó responder en dos ocasiones si aspira a repetir como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. Advirtió a los periodistas de que lo pueden preguntar todas las veces que quieran, pero recomendó que dejen de hacerlo porque tiene decidido "no contestar nunca" a esa cuestión y supone "perder el tiempo" en estos momentos.