Por ello, desde el año 2000 Cruz Roja Española trabaja junto a su homóloga maliense en las regiones de Ségou y Kayes, donde las tasas de ablación son incluso mayores, con un promedio del 92%.

Allí realizan actividades de formación y sensibilización sobre los riesgos que esta práctica supone para la vida y la salud de las niñas y mujeres.

Líderes comunitarios, personal sociosanitario, profesores y las organizaciones de base participan en distintos módulos de formación y de sensibilización donde las mujeres intervienen activamente, con independencia de haber sido o no víctimas de la mutilación genital.

Apoyada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), esta intervención se completa, además, con la asistencia sanitaria y psicosocial a las mujeres y niñas que tienen complicaciones después de haber sido sometidas a la escisión.

Según Cruz Roja, 624.995 personas participaron en sus programas entre 2009 y 2011, y su objetivo es alcanzar los 900.000 beneficiarios.