“Ni se me informó ni se me tenía que informar”, afirmó Cosidó en su comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga este supuesto espionaje extrajudicial a Bárcenas cuando Jorge Fernández Díaz era ministro del Interior.

Cosidó, que es la segunda vez que declara en la llamada ‘comisión Kitchen’ de la Cámara Baja, dijo que la única información que tuvo sobre seguimientos a Bárcenas fue la relativa a las gestiones que, bajo supervisión del juez y dentro del ‘caso Gürtel, realizó la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía.

Añadió que su principal subordinado en la Policía, el comisario Eugenio Pino, que ejerció como director adjunto operativo (DAO), no le dio cuenta de que había vigilancias paralelas a Bárcenas y que esto podía afirmarlo con “absoluta certeza” y “total rotundidad”.

“LEGÍTIMA DEFENSA”

En este sentido, el diputado del PSOE Felipe Sicilia le preguntó por qué entonces Pino ha declarado en sede judicial que informó a su director general sobre que se vigilaba a Bárcenas para ver si ocultaba dinero y se servía para ello de testaferros.

Cosidó respondió que existe el derecho a la “legítima defensa”, en alusión a que esta podría ser la razón de Pino para señalarle. En todo caso, se refirió a que el instructor del ‘caso Kitchen’ no le ha citado ni como testigo en esta causa, lo que coincidiría con que desconozca si se espió a Bárcenas al margen del control judicial.

El exdirector de la Policía también se mostró convencido de que todas las “dudas” o “sospechas” sobre el presunto espionaje ilegal al extesorero del PP serán aclaradas por la investigación judicial y “los españoles conocerán la verdad sobre esta cuestión".

Asimismo, sobre si se usaron fondos reservados para captar a Sergio Ríos, chófer de Bárcenas, señaló que la legislación vigente, que destacó que se aprobó con el PSOE, implica que las explicaciones sobre este dinero la dan los agentes directamente al secretario de Estado de Seguridad.