Son datos del último ‘Estudio FIM sobre Morosidad en Arrendamientos urbanos en España’ realizado por Fichero de Inquilinos Morosos y publicado este jueves. El director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos, Sergio Cardona, avanzó que las previsiones indican que “en 2021 cerrará con unas variaciones mucho menos acusadas que el año pasado”.

En cuanto al comportamiento a lo largo del 2020, detalló que las incidencias de impago “se multiplicaron por tres en los peores meses de la pandemia”, aunque finalmente la variación anual “no ha sido tan amplia, ya que la buena comunicación entre inquilinos y propietarios permitió alcanzar acuerdos entre las partes”.

El repunte de impagos afectó a todas las regiones, pero las comunidades autónomas donde más creció fueron Murcia (+93,7%), Madrid (+80,7%), Cataluña (+80%), Andalucía (+77%) y Canarias (+71,5%). En la parte baja del ranking de subidas se situaron a su vez Asturias (+22,8%), Navarra (+24,5%), Ceuta (+26,7%), Extremadura (+28,5%), Cantabria (+32,5%) y La Rioja (+33,5%).

Los inquilinos dejaron a deber de media 6.373 euros a sus arrendadores en la media anual, cifra que, aún siendo elevada, supone un 6,15% menos de la registrada como media en el año 2019. Las mayores deudas medias se registraron en Madrid (8.974 euros), Baleares (8.718 euros) y País Vasco (7.269 euros).

Las menores cuantías medias se localizaron a su vez en Extremadura (3.198 euros), La Rioja (3.355 euros), Castilla y León (3.526 euros), Asturias (3.747 euros) y Castilla-La Mancha (4.269 euros).

Desde Fichero de Inquilinos Morosos explicaron que la deuda media se redujo porque “la mayoría de los casos de impago se han concentrado en los meses con medidas más estrictas”. “A partir del verano, fueron muchos los inquilinos que empezaron a resolver los pagos con sus propietarios”, indicaron.