Municipios como Cervera de Buitrago o El Berrueco aseguran que en las urbanizaciones beneficiadas por las nuevas rutas viven ciudadanos "de gran poder económico e influencia para presionar al Ministerio de Fomento".

De hecho, señalan que muchas de las urbanizaciones que ahora se quejan de los ruidos que producen los aviones al sobrevolar sus viviendas se contruyeron en zonas por las que ya discurrían las rutas aéreas.

Insisten también en que las ampliaciones de los cascos urbanos se autorizaron a sabiendas de que "los aviones podrían producir molestias".

Los ayuntamientos serranos se quejan de que quien "tiene más que perder" en estos casos es "el débil, el pobre, los municipios en los que sus alcaldes no tienen el suficiente poder e influencia en los gobiernos que deciden estas rutas".

A esta circunstancia se une el hecho de que estos pueblos están situados en una zona natural de gran riqueza, por lo que piden al Gobierno de Esperanza Aguirre que apruebe con urgencia el Plan de Recursos Naturales de la Sierra del Guadarrama y que declare parque regional el valle del Lozoya.

Asimismo, quieren que Fomento compense económicamente a los municipios de la zona y contribuya a activar su economía y que "regule y limite a lo estrictamente necesario" el tránsito de aeronaves por el futuro Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.