El director general de Tráfico, Pere Navarro, anunció esa medida este martes en la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, donde fue el último compareciente en el marco de una ronda de expertos para la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030, que ultima el Gobierno con el fin de reducir en un 50% el número de fallecidos y el de heridos graves en esta década.

Navarro apunto que esa Estrategia está ahora en fase de revisión final y maquetación, y después se remitirá al Consejo Superior de Tráfico, Seguridad Vial y Movilidad Sostenible como último trámite antes de ser aprobada por el Consejo de Ministros.

Indicó que la Estrategia marcará “principios” y “prioridades”, no tanto un listado de objetivos a cumplir debido a que la actual es “una época de cambios muy acelerados”. “Hoy en día, si somos honestos, es imposible dibujar el escenario de 2030”, añadió. No obstante, señaló que cada dos o tres años se pondrá el foco en algunas medidas especiales y en 2026 habrá una evaluación intermedia.

La visión de la Estrategia es, según Navarro, crear una “cultura de movilidad segura” en España que “haga avanzar en el objetivo de que ninguna persona resulte fallecida ni herida grave por accidente de tráfico en el año 2050”.

En todo caso, adelantó algunas de las primeras medidas para 2021 y 2022, entre ellas que la DGT prevé instalar el próximo año 16 nuevos radares de tramo y otros 10 fijos, así como más drones para vigilar y controlar la velocidad en las carreteras. Tráfico cuenta actualmente con 780 radares fijos y 545 cinemómetros móviles.

Otros objetivos para 2022 son eliminar el margen de 20 km/h para adelantar en carreteras convencionales (algo que depende ahora de una reforma de la ley de tráfico, actualmente en tramitación en el Senado), el seguro obligatorio para patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal, campañas sobre la prohibición de que patinetes y bicis eléctricas circulen por las aceras, mayor protección a usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas) en el Reglamento General de Circulación, cursos de conducción segura y eficiente, campañas para promocionar el airbag para moto y potenciar el vehículo conectado.

Por otro lado, Navarro descartó la idea de que la implantación del pago por uso de autovías o autopistas vaya a desviar el tráfico hacia carreteras convencionales, si bien mostró su preocupación por la conservación y el mantenimiento de esas vías de un carril por sentido porque ello “podría tener su reflejo en la seguridad vial”.

En cuanto a la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030, comentó que incluirá como grandes líneas de actuación las relacionadas con educación y formación, vigilancia y control, ciudades seguras, carreteras seguras, vehículos conectados y seguros, respuesta efectiva al accidente, conocimiento para la gestión basada en los riesgos, cooperación internacional y gobernanza.