Su indicación la realizó durante su visita al País Vasco para participar en unas jornadas sobre empleo, al ser cuestionada en relación a la polémica desatada por el potencial aumento del periodo de cómputo para las pensiones y si cabe incrementarlo de 25 a 35 años.

Calviño enmarcó “el objetivo” y “recomendación” del Pacto de Toledo en la nueva realidad “frente al pasado, en el que las carreras laborales eran lineales” y donde “los últimos años de esa carrera profesional normalmente eran los de los sueldos más altos”.

“Ahora hay carreras laborales más variables que pueden tener, incluso, lagunas, años de falta de cotización y no está claro que los últimos años de la vida laboral sean aquellos en los que las personas tienen los sueldos o las condiciones más beneficiosas”, agregó, indicando que, por eso, “abordaremos y analizaremos las distintas opciones para alinear el sistema de cotización a la realidad laboral de nuestros días”.

Calviño insistió en que se abordará “a lo largo del próximo año”, “sobre la base del diálogo social”, y “trabajando de forma seria y responsable”, como se está haciendo con otras reformas como la laboral.

Al ser cuestionada además sobre cómo se cubrirán los nuevos gastos que surjan por ligar la revalorización de las pensiones al IPC o cambiar el factor de sostenibilidad, recordó que el plan de Recuperación recoge un conjunto de medidas “para garantizar el refuerzo del sistema público de pensiones, que es la joya de la corona de nuestro Estado de bienestar”.

La vicepresidenta expuso que se quiere “garantizar pensiones dignas” a los pensionistas de hoy y a los que se jubilen dentro de 20 o dentro de 40 años, confiada en que los agentes sociales “apoyen en este proceso de refuerzo y de mejora” del sistema público de pensiones.

En materia de reforma laboral aseguró que “las relaciones con los agentes sociales son excelentes” y pidió “dejar que avancen las distintas mesas de negociación”. “Yo confío en la responsabilidad y el carácter constructivo de los agentes sociales”, afirmó, recordando que ya han dado muestras de “responsabilidad” y “actitud constructiva” en las múltiples medidas pactadas en los últimos tres años y “son conscientes de que nos jugamos mucho en este momento y que tenemos que llegar a un buen acuerdo para hacer unas buenas reformas mirando al futuro”.

Calviño abogó por “europeizar” el mercado laboral, atajando los “desequilibrios” y “anomalías” de las que adolece el mercado español frente al resto de los países de nuestro entorno, entre las que citó unas tasas de temporalidad “que están unos 10 puntos por encima de la media europea”, las tasas de desempleo estructural o la tasa de desempleo juvenil.

Se trata, explicó, de “mejorar la capacidad de nuestro mercado de trabajo de crear empleos de calidad y, por tanto, de establecer un marco que invierta en capital humano, que mejore la productividad, que nos permita mejorar los salarios de los trabajadores y también la competitividad de nuestras empresas”.