Denunció “el juicio público que se ha hecho a través de filtraciones y de malos funcionamientos de la Administración de Justicia y de algunos servicios de la Policía Judicial que han utilizado este caso de manera absolutamente inadmisible para desprestigiar y acabar con la honorabilidad de las personas y sus carreras políticas”.

Afirmó que el de Camps es un “ejemplo claro en el que deberíamos de tratar de ser más rigurosos y saber que estamos jugando con temas delicados que afectan a las personas y que van más alla de los intereses políticos a corto plazo”.

Respecto al futuro político de Camps, dijo que “haga lo que quiera, está en su derecho y, además, está absolutamente legitimado”.

Explicó que se alegra “política y personalmente” de la inocencia de Camps, quien, a su juicio, “ha sido tan injustamente tratado, sin esperar a una solución judicial”.