Bosch explicó en rueda de prensa que su objetivo es profundizar en "los gastos y el tipo de actividades que realiza" el departamento dirigido por José Manuel García-Margallo.

Esquerra tiene la "impresión" de que "la fiesta se ha acabado en el Estado español pero sigue en el extranjero", contradiciendo el compromiso de "austeridad y transparencia" expresado ayer por la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

En contra de los que solicitan austeridad a las comunidades autónomas, ERC cree que es el Gobierno central el que debe imponer más control en el gasto que depende de sus competencias directas, como el militar, la Familia Real o los servicios diplomáticos.

Bosch denunció gastos realmente "sorprendentes", por ejemplo en el servicio de conservación de la embajada en Malabo (160.000 euros), la limpieza de la legación en Berlín (324.000 euros), que "debe estar como los Chorros del Oro"; los gastos en mantelería, servicios de mesa y cubertería (330.400 euros) o la compra de banderas, mástiles y escudos por un total de 115.640 euros.

La "palma" del gasto en el servicio exterior se la lleva, según Bosch, las obras de demolición y construcción de la nueva residencia del embajador de España en Rabat, que ha costado 6,3 millones de euros, una cantidad que "triplica" lo que cuestan todas las delegaciones catalanas en el exterior (2,5 millones de euros) y que se ha destinado no al edificio de la embajada, sino al "chalé del embajador".

Bosch denunció el recorte de "profesores, enfermeros y médicos" sin tener en cuenta que "el sueldo de dos profesores nos lo gastamos en banderitas".

Además, ERC planteará a García-Margallo preguntas sobre la información desvelada por el diario "The Independent" sobre los supuestos contactos de los servicios exteriores expañoles para advertir al Gobierno británico de que España vetaría el ingreso de Escocia en la UE en caso de que accediera a la independencia.