En una entrevista a Servimedia, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, defendió, pese a la crisis económica, la necesidad de mantener abiertas dichas oficinas por cuestiones operativas, entre otras, porque, sobre todo en Argentina y Uruguay, prestan servicio a miles de ciudadanos de origen gallego.

Para Feijóo, Buenos Aires llega a ser como la tercera ciudad de Galicia por el número de gallegos que acoge, tras Vigo y A Coruña. Además, el presidente gallego sostiene que el gasto total al año de cada una de estas oficinas, entre nóminas del personal destinado y alquiler, oscila entre 140.000 y 150.000 euros, lo que equivale “más o menos a lo que cobra un cónsul”, apunta.

Con todo, Feijóo, consciente de la necesidad de ajustar el presupuesto autonómico, se ha dirigido por carta al Ministerio de Asuntos Exteriores para aceptar su oferta a todas las comunidades autónomas para reubicar sus respectivas oficinas regionales en espacios de las embajadas o consulados.

Feijóo también considera imprescindible mantener la oficina de la Xunta en Bruselas, con el fin de canalizar mejor y de modo más directo los fondos comunitarios, “que son fundamentales” aún para su presupuestos.

Al margen de estas tres oficinas, Feijóo señaló que la Xunta tiene suscritos convenios con la confederación de empresarios y las cámaras de comercio gallegos, a los que financia para que abran oficinas en el exterior, “pero esas son plataformas empresariales” y no tanto con objetivos administrativos o institucionales como las tres primeras.