Llevan a juicio a Carlos Fabra por cohecho, fraude fiscal y tráfico de influencias

- El juez de Nules (Castellón) le impone un fianza de 4,2 millones de euros

MADRID
SERVIMEDIA

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Nules (Castellón) ha decretado la apertura de juicio oral contra el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra por la presunta comisión de delitos continuados de tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal por mediar ante el Gobierno de José María Aznar para la comercialización de productos fitosanitarios.

El titular del juzgado de Nules, el juez Jacobo Pin Godos, ha impuesto a Fabra una fianza pecuniaria de 4.270.860 euros para que haga frente a la responsabilidad civil en caso de ser condenado, según se establece en el auto de apertura de juicio oral.

El juez señala que, si no presta esta fianza “en el término de una audiencia”, se ordenará el embargo de los “bienes de su propiedad en cantidad suficiente para cubrir dicha suma”.

El auto también decreta la apertura de juicio oral contra María Amparo Fernández Blanes, esposa de Fabra, y para el matrimonio formado por Vicente Vilar y Montserrat Vives, los empresarios que comercializaban los productos sanitarios.

El juicio contra Fabra y los otros tres procesados se celebrará en la Audiencia Provincial de Castellón.

15 AÑOS DE CÁRCEL

La Fiscalía Anticorrupción pedirá un total de 15 años de cárcel para el expresidente de la Diputación de Castellón, al que acusa de delitos continuados de tráfico de influencias, cohecho y contra la Hacienda Pública.

El Ministerio Público solicitará además que Fabra pague una multa 2.330.000 euros y que indemnice a la Hacienda Pública con un total de 886.473 por el dinero que presuntamente obtuvo por sus gestiones y que ocultó al fisco.

Anticorrupción pedirá además ocho años de cárcel para la esposa de Fabra y cuatro años de prisión para el matrimonio formado por Vicente Vilar y Montserrat Vives.

El juez Pin Godos ha impuesto una fianza pecuniaria de 1.718.193 euros para la mujer de Fabra, y sendas de fianzas de 800.000 euros para Vilar Ibáñez y Vives Plaja.

GOBIERNO DE AZNAR

La Fiscalía asegura en su escrito de calificación que en el año 1999 Vilar y su mujer se pusieron en contacto con Fabra para que, “valiéndose de su cargo como presidente de la Diputación y de los contactos que tenía, intermediara y tratara de influir ante los ministerios de Agricultura y de Sanidad para agilizar la tramitación y obtención de autorizaciones para la fabricación en comercialización de productos fitosanitarios” elaborados por sus empresas.

Vilar era administrador único de la empresa Naranjax, mientras que su esposa era administradora única de la empresa Arcavi, dedicadas ambas a sintetizar productos fitosanitarios.

REUNIONES DE FABRA

Fabra, entre los años 1999 y 2002, mantuvo varias reuniones tanto con los responsables políticos como administrativos de los ministerios de Sanidad y Agricultura, así como con determinados miembros del Congreso y del Senado.

En concreto, el 12 de julio de 1999 el expresidente de la Diputación de Castellón se reunió con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, el popular Jesús Posadas, y con el por entonces secretario general de Hacienda y diputado por Castellón, Juan Costa.

En el encuentro se trató “la situación de retraso en la tramitación de licencias para la fabricación y comercialización de productos fitosanitarios” y se informó a Fabra sobre “el estado administrativo en el que se encontraban las solicitudes cursadas por las empresas de Vilar y Vives”.

PAGO DE LAS GESTIONES

El 18 de octubre de ese mismo año fue aprobada la licencia para la producción y comercialización del fitosanitario “Abamectina”, uno de los principales productos de las empresas de los acusados. Ante el éxito de las operaciones, Fabra requirió a Vilar para que le pagara 25 millones de pesetas, dinero que el empresario finalmente abonó al presidente de la Diputación de Castellón.

En el mes de diciembre la sociedad Artemis, titular de los productos registrados por la empresa de Vilar y distribuidora exclusiva de los mismos, fue adquirida al 50 por ciento por Vives y por la esposa de Fabra, María Amparo Fernández Blanes. Vilar fue nombrado administrador de la empresa, que no tenía ni actividad ni trabajadores.

Tras las constitución de Artemis, Fabra “continuó en su tarea de intermediación ante las autoridades políticas y administrativas a favor no ya sólo de las empresas propiedad de Vilar y Vives, sino también de su esposa”.

El expresidente provincial buscaba “una mayor agilización en la concesión de licencias para la producción y comercialización”, llegando a mantener reuniones con el director del Gabinete de presidencia, Alfredo Timermans, y con la entonces ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos.

Por último, el 28 de abril de 2000 Fabra constituyó la sociedad Carmacas, de la que era administrador único. Según la Fiscalía, el presidente de la Diputación de Castellón utilizó esta empresa “para ocultar los pagos realizados por Vilar”.

DOS MILLONES EVADIDOS

Según la Fiscalía, Fabra ocultó a la Hacienda Pública entre 1999 y 2004 un total de 2.087.573 euros. En el mismo periodo, su mujer eludió el pago fiscal correspondiente a 1.626.226 euros. Estas cantidades, según el Ministerio Público, “no se corresponden ni con el patrimonio ni con la renta por ellos declarados”.

(SERVIMEDIA)
20 Ene 2012
DCD/jrv