EL 21% DE LA MADERA QUE SE EXTRAE PROCEDE DE LOS INCENDIOS FORESTALES, SEGUN EL WWF/ADENA

MADRID
SERVIMEDIA

El volumen de madera procedente de los incendios supone el 21 por ciento del total de la extracción de madera de los bosques españoles, según revela el informe "Extracciones de madera. 1947/1993" elaborado por Adena, sección española del FondoMundial para la Naturaleza (WWF).

La madera aprovechable de los incendios alcanza por término medio el 84 por ciento de la que se quema, siendo el pino rodeno la especie que más arde.

El ecólogo Fernando Prieto, autor del informe, aseguró que es un porcentaje escesivamente elevado, que se llega a situar en torno al 70 por ciento en el caso de alguna especie, como el pino carrasco. En las zonas forestales cubiertas por esta especie de pino el mayor volumen de extracción se obtiene fundamentalmentea partir de la madera quemada, cuyo precio se reduce considerablemente, llegando a situarse en cien pesetas por árbol.

El informe indica que ante estos datos resulta posible que, al menos en situaciones concretas, "la economía maderera desempeñe un papel significativo en la causalidad de los incendios forestales de ciertas zonas de nuestro país".

Fernando Prieto señaló que durante los últimos cincuenta años se ha producido una disminución del precio de la madera y un descenso de la población rura, al tiempo que aumentaba la extracción de madera en los bosques españoles.

El incremento de las extracciones se ha debido fundamentalmente al aumento de las repoblaciones forestales, que supusieron la sustitución de bosques poblados de especies autóctonas y de crecimiento lento por cultivos forestales dedicados a la producción maderera.

EXTRACCIONES

En la última década, los cultivos forestales (chopos, eucaliptos, pino rodeno y algunas especies exóticas) aportan el 70 por ciento de la extraccin, mientras que los ecosistemas autóctonos (robles, hayas y castaños, entre otros) el 3 por ciento.

Sin embargo, las especies autóctonas más preciadas han sufrido una significativa recesión durante las últimas décadas, motivada en parte por el avance de la superficie dedicada a cultivos forestales, que en la actualidad se sitúa en cerca del millón y medio de hectáreas. Durante las últimas cinco décadas se repoblaron tres millones de hectáreas, pero en muchos casos se hizo con especies de baja calidadde forma inadecuada.

Respecto a las extracciones, durante el último medio siglo han representado unos 300 millones de metros cúbicos, cifra que el informe de Adena/WWF califica de "no muy elevada".

Para Alberto Fernández, responsable del Area de Medio Ambiente del WWF/Adena, el estudio confirma que la producción forestal es muy inferior a la prometida por las empresas madereras, ya que los bosques no poseen unas condiciones favorables para la producción de madera en gran parte de la península. Asimismo, manifestó que la tendencia de las extracciones que han sufrido muchas especies forestales a lo largo del tiempo indica que habitualmente no se respeta el ritmo del crecimiento de las masas, sino que se atiende a otros criterios distintos, como el precio, el mercado y la demanda.

MODELO DE GESTION

La falta de un modelo de gestión que compatibilice los creterios económicos y ecológicos es una de las constantes en las explotaciones forestales, sobre todo en los montes privados, donde la exracción ha experimentado un fuerte aumento, llegando a representar más de las tres cuartas partes del total. Es de destacar que los picos de extracción se producen en épocas de mayor liberalización del precio de la madera.

Según Fernando Prieto, sólo un 15 por ciento de las áreas boscosas cuentan con planes de ordenación adecuados, lo cual se traduce en una mala conservación de la masa forestal, cuya supervivencia se pone en peligro.

Como alternativas a los modelos de gestión forestal aplicados hsta ahora, el WWF/Adena propone prohibir las cortas de madera en los bosques autóctonos hasta que se hayan realizado planes de ordenación con base científica, implantar un certificado de garantía que distinga la madera extraída de modo sostenible, favorecer el crecimiento de las especies menos afectadas por el fuego y desarrollar un programa de restauración de ecosistemas forestales que beneficie a las especies de crecimiento lento.

Asimismo, pide la creación de una red de espacios protegidos represenativa de los bosques existentes en España y la puesta en marcha de políticas que impliquen a la población local en la conservación y gestión de los bosques.

(SERVIMEDIA)
23 Nov 1995
GJA