La intención del Gobierno era, de hecho, llevar el anteproyecto de ley de creación y crecimiento de empresas al Congreso de los Diputados antes de final de año para acelerar su tramitación.

La norma, más conocida como 'ley Crea y Crece', establece medidas para facilitar la fundación de compañías, mejorar su financiación y atajar algunos de los obstáculos que encaran las empresas como la morosidad empresarial.

Para evitar los impagos de largo plazo, la nueva ley opta por fijar desincentivos y penalizaciones, ya que impedirá ser beneficiaria de subvenciones públicas o convertirse en entidad colaboradora a aquellas compañías que incumplan con los 60 días de plazo fijados en la normativa pagos.

La nueva ley prevé cambiar además la ley de contratos públicos para que el pago en tiempo al subcontratista sea tenido en cuenta a la hora de adjudicarlos.

Para fomentar las buenas prácticas vía transparencia extenderá la factura electrónica, lo que además reducirá los costes a las empresas, permitirá ver cómo se comportan con sus pagos y fomentará la digitalización de las compañías y de forma especial a las pymes.

Entre las medidas para favorecer el emprendimiento permitirá la constitución de sociedades desde un euro frente a los 3.000 euros exigidos en la actualidad y permitirá montar una empresa legalmente de forma telemática en solo 10 días.

Para ayudar a los proyectos también busca facilitar el acceso a financiaciones de fuentes distintas al crédito bancario con una mejora en el funcionamiento de las plataformas de financiación colaborativa o ‘crowdfunding’.