Amnistía augura que la represión y las protestas en el mundo árabe continuarán en 2012
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Las revueltas populares y la represión por parte de las fuerzas de seguridad en el norte de África y Oriente Próximo persistirán durante 2012, a no ser que “los gobiernos autóctonos y las potencias internacionales abran los ojos” y atiendan las demandas de la población.
Así lo pronostica Amnistía Internacional (AI) en su informe "Año de rebelión: El estado de los derechos humanos en Oriente Medio y el norte de África", publicado este lunes coincidiendo con el aniversario del inicio de las llamadas "primaveras árabes".
Según el informe, los gobiernos de la zona se mostraron dispuestos a ejercer una "violencia extrema” para resistirse a las demandas populares, al tiempo que la ciudadanía se mostró “decidida a no aceptar las reformas superficiales y las promesas sin base” que recibía por parte de sus gobernantes.
Los incumplimientos y la fuerza empleada prueban que “para muchos gobiernos el objetivo sigue siendo la supervivencia del régimen”, indica AI, que denuncia de una vez más la violencia con la que se emplearon las autoridades a la hora de controlar a los manifestantes.
Sin embargo, agrega, los nuevos movimientos, donde destaca la participación de jóvenes y también de mujeres, mostraron “mayor capacidad de organización” y resistencia.
AVANCES PENDIENTES
Con todo, Amnistía advierte de que “pese al enorme optimismo que despertó la caída de los regímenes de Túnez, Libia y Egipto, los avances aún no están afianzados”.
Como ejemplo cita la actitud del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas -el gobierno militar- de Egipto, donde quedan muchas reformas pendientes. Según el informe, este Consejo se había comprometido reiteradamente a satisfacer las demandas de la “revolución del 25 de enero”, y sin embargo ha sido responsable de “un catálogo de abusos en algunos aspectos peores que los cometidos durante el gobierno de Hosni Mubarak”.
Además, falta la aprobación definitiva de una constitución liberal en Túnez, y en Libia es preciso que el Consejo de Transición sea capaz de controlar a las milicias y de evitar las represalias contra la población, agrega Amnistía.
Mención aparte merece la brutal represión desatada en Siria, cuyos gobernantes parecen dispuestos a mantenerse en el poder “a cualquier precio (de vidas humanas incluidas)”, subraya la organización.
Mientras tanto, continúa AI, la persecución a disidentes continúa en Yemen y Barheim, que actualmente viven una situación de “punto muerto”, y Arabia Saudí e Irán prosiguen la represión silenciosa contra su disidencia.
(SERVIMEDIA)
09 Ene 2012
AGQ/caa