Según avanzó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el nuevo plan cuenta con unas "directrices" que "intensificarán" la lucha contra el fraude fiscal.

Este plan pivotará sobre tres ejes: la intensificación en el lucha contra los incumplimientos tributarios, la mejora en la fase recaudatoria y la colaboración de la Agencia Tributaria con las comunidades autónomas.

En este sentido, se mantendrán los "cauces permanentes" entre el Fisco y las haciendas forales para hacer así más efectiva la lucha contra el fraude fiscal.

Por otra parte, se "intensificará" la realización de investigaciones en ciertos sectores productivos en los que estarán presentes inspectores de trabajo y de la Seguridad Social.

Pero Sáenz de Santamaría advirtió que la medida más novedosa de este plan será limitar el pago en metálico en diferentes actividades para evitar así las transacciones con dinero negro.

"Se trata de una medida similar a la que están aplicando en Francia o Italia y es un elemento claro de lucha contra la economía sumergida", aseveró.

En esta línea, la vicepresidenta indicó que se dará preferencia a la lucha contra la economía sumergida en España.