Esa idea, materializada ya por los socialistas franceses y recientemente incluida en sus estatutos por los catalanes, se ha abierto paso sin vuelta atrás en las propuestas que Rubalcaba y Chacón elevarán al congreso federal.

La propuesta está en el último de los documentos de “Mucho PSOE por hacer”, la plataforma que sustentará el respaldo a Carme Chacón, en este caso con la firma de Cristina Narbona, que aboga por abrir a los simpatizantes la elección de candidatos, no sólo a la Presidencia del Gobierno sino también a alcaldías y comunidades autónomas.

Está también entre las “38 propuestas y… +” presentadas este miércoles por María González y Juan Moscoso, los portavoces de la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba, “para lograr un PSOE fuerte, más abierto y participativo”.

Proponen abrir esa elección “a todos los progresistas”, aunque no concretan cómo hacerlo y será el congreso federal el que defina el detalle para incluirlo en los estatutos.

Rubalcaba quiere, además, abrir procesos de consulta permanente a los militantes para que participen en la definición de las posiciones políticas de la dirección, y celebrar todos los años una conferencia política de debate, como hace el Partido Laborista británico.

Propone también revisar el papel de las agrupaciones, y crear las sectoriales, para facilitar la afiliación y participación en centros de trabajo y estudio, y también la 2.0, para quienes quieran vincularse al partido pero no desde un territorio concreto y aprovechando las herramientas de Internet.

Entre sus propuestas está asimismo la creación del “Defensor del militante” y el refuerzo de la formación de los afiliados, y el compromiso de que los socialistas no acumularán cargos y sólo cobrarán un sueldo público aunque desempeñen más responsabilidades.

Recupera también la tradicional intención nunca materializada de reducir el tamaño de los órganos de dirección para que sean realmente ejecutivos, y plantea la posibilidad de incluir en los estatutos el transfuguismo como causa de pérdida automática de militancia.

Rubalcaba defiende las listas abiertas y desbloqueadas para la elección de delegados a los congresos, y pone negro sobre blanco los objetivos que expuso al presentar su candidatura, que el PSOE vuelva a ser un partido “de mayorías” representante de las clases medias, “intergerancional” con el que puedan identificarse personas de todas las edades, y “con presencia y fuerza en todos los territorios de España”.

Quiere recuperar la tradicional capacidad del PSOE para “vertebrar España como proyecto colectivo”, para “decir lo mismo en todas partes” y para ser percibido así por sus electores en cualquier lugar.

El candidato se propone emprender una campaña de afiliación para ser en cuatro años el primer partido en número de militantes, con al menos dos millones de progresistas “conectados” con la dirección.

Se compromete a mejorar los mecanismos de rendición de cuentas de los cargos públicos y orgánicos dentro y fuera del partido, y a reforzar el papel del PSOE entre los socialistas europeos y en la Internacional Socialista.