En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, reiteró que opta a la Secretaría General del PSOE porque cree que puede ser “útil” al partido en un momento complicado por la pérdida de voto, debida a la gestión de la crisis económica pero también a que “nos ha faltado una voz que suene igual en todas las comunidades autónomas” y también contacto directo con determinados sectores, como clases medias o mayores.

Rubalcaba no quiso contraponer sus propuestas a las defendidas por Carme Chacón, con el argumento de que ella aún no se ha presentado públicamente y quiere respetar sus propios tiempos para tomar sus decisiones.

En todo caso, aseguró que no se siente un mero “apagafuegos”, sino que tiene ganas e ideas para reforzar el proyecto del PSOE, y no se da por aludido por las críticas contenidas en los documentos que está difundiendo el entorno de Chacón a través de “Mucho PSOE por hacer”.

En el último documento de los firmantes de ese manifiesto, firmado por Cristina Narbona, se reprocha al partido no haber combatido con suficiente energía la corrupción. Rubalcaba le da la razón en el reconocimiento de las consecuencias negativas de la burbuja inmobiliaria, pero asegura que no se siente concernido, “al revés”, porque él fue de los más “combativos” frente a la corrupción dentro y fuera del PSOE, “y menudas broncas me he ganado” por ello en el Parlamento, dijo.

Con Chacón habló antes del debate de investidura, no han coincidido después, y en tono distendido se negó a ver su posible confrontación como un Madrid-Barcelona, porque en ese caso la experiencia reciente le impediría ser optimista, ya que “su superioridad en los últimos cinco años es imbatible”.