Willy hizo todas estas peticiones durante su comparecencia ante el fiscal de Menores de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo, quien decidió enviarle a un centro de detención, una orden que deberá ser ratificada mañana por el juez Central de Menores, José Luis Castro. El magistrado celebrará mañana a las 11.00 horas una vista para estudiar el caso y tomar una decisión.

La semana pasada, cuando se pensaba que era mayor de edad y fue encausado por la vía penal ordinaria, la Fiscalía le acusó de 36 delitos de detención ilegal -por los 36 tripulantes del atunero-, otro de robo con violencia, otro de asociación ilícita y un delito adicional de uso de armas, figuras que suman más de 200 años de cárcel.

En la comparecencia de hoy no se le formuló ninguna pregunta nueva y tan sólo se le leyó la declaración que prestó la semana pasada ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, la cual ratificó.

Las fuentes consultadas señalaron que Willy se encontraba todavía aturdido por la situación pero que se mostró contento por la ropa y los zapatos que le habían entregado. Durante su traslado a España desde Somalia y sus primeras comparecencias ante el juez Garzón, el presunto pirata tan sólo portaba un mono blanco que le había sido entregado por los militares españoles.

Además de su ingreso en un centro de detención de menores, Gordillo ordenó que se practiquen nuevas y más exhaustivas pruebas médicas al presunto pirata para intentar determinar con mayor exactitud su edad y poder comprobar definitivamente si tiene menos de 18 años.

GRAN EXPECTACIÓN

Todas estas decisiones se han adoptado después de que el juez Santiago Pedraz revisará ayer el caso y ordenará la puesta en libertad de Willy al considerar los nuevos informes médicos, que parecen acreditar que es menor de edad.

Ante su inminente salida de la cárcel madrileña de Alcalá-Meco, donde había ingresado por orden de Garzón, y después de las dudas generadas en torno a quien debía hacerse cargo del caso, la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional decidió ingresarlo en un centro de acogida a la espera de resolver su situación.

Su traslado esta mañana ante la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional levantó una gran expectación en la Gran Vía de Madrid, donde se encuentra la sede, y congregó a un gran número de curiosos y turistas.

Willy llegó sobre las 14.00 horas en una furgoneta y rodeado de numerosos agentes de la Policía Nacional que le cubrieron el rostro con una chaqueta para que su imagen no pudiera ser captada por los medios de comunicación allí congregados. A penas 40 minutos después abandonó la sede de la Fiscalía para ser trasladado a un centro de detención.