Este creciente incremento del impago se produce a pesar de “las inyecciones de liquidez y los estímulos fiscales que ha recibido el tejido empresarial para paliar los efectos económicos del Covid-19”, según el estudio.

No obstante, el impacto de la pandemia repercute en los clientes de las empresas en forma de “empeoramiento del riesgo de crédito asociado a su cartera”. En esa línea, un 38% de las compañías prevé que el nivel de impagos de sus clientes se incremente en los próximos meses, un 26% en 2022 y un 12% en este ejercicio.

Según el análisis, las causas que explican la caída de los niveles de solvencia son diversas. Por un lado, las empresas “hicieron uso de las facilidades de liquidez y están más endeudadas que antes de la pandemia”, hecho que ha incrementado sus costes financieros.

Asimismo, existe un “incremento de los costes operativos derivados de las materias primas, la energía o el desajuste logístico de las cadenas de suministro” que no se pueden “trasladar fácilmente a los márgenes”.

Un tercer motivo es que muchas empresas están todavía lejos de recuperar sus niveles de facturación previos a la pandemia. En este sentido, un 75%, espera mejorar sus cifras económicas respecto a 2020. Sin embargo, este optimismo en los ingresos no se traslada a los beneficios donde el porcentaje de empresas que esperan incrementarlos son un 61% e incluso un 17% prevén un empeoramiento respecto a 2020.

Este efecto se explica, según el estudio, por el incremento de los costes operativos y el incremento de los costes financieros por el deterioro de la solvencia empresarial.