Así lo aseguró en una entrevista en el programa de radio ‘Carne cruda’, recogida por Servimedia y en la que se congratuló de que, desde el 1 de septiembre, “no hay nada de publicidad de casas de apuestas, ni camisetas de casas de apuestas en el fútbol, ni en ningún otro tipo de competición deportiva, ni en Internet, ni en prensa escrita, ni en ninguna red social”.

“Hemos pasado de un verano de una Eurocopa donde te tragabas 300 anuncios por cada espacio de publicidad a, de repente, no tener absolutamente nada”, recordó, para reiterar que, en el seno del Gobierno central, están “muy contentos y muy satisfechos porque ha sido un proceso difícil”, con el que “neutraliza, en gran medida, a los nuevos jugadores”.

En este punto, subrayó que el año pasado el 40% de los nuevos jugadores tenía entre 18 y 25 años, lo cual, según su punto de vista, significa que esta actividad de las apuestas “afecta a los más jóvenes y, dentro de los más jóvenes, a las familias más pobres”.

Garzón puntualizó que su departamento ya trabaja en un real decreto de juego seguro, que se aprobará “en los próximos meses” con el objetivo de “informar y explicar a esos jugadores que ya están jugando y que ya no les afecta la publicidad, porque ya están dentro, cuáles son los riesgos que lleva ese tipo de actividad”.

AL MÁXIMO

Tras defender que en el ámbito de la publicidad su gabinete “ha ido al máximo”, reconoció que tiene “otra tarea”, como es la de las casas de apuestas o salones de juego presenciales, que son competencia de las comunidades autónomas, si bien advirtió de que Consumo “trata de coordinar” este asunto con las administraciones autonómicas.

“Algunas están interviniendo de manera más ambiciosa que otras y están poniendo, por ejemplo, 500 metros de distancia entre los salones de juego y los centros escolares, pero otras, como Andalucía, los ponen a 100 metros”, lamentó, para afirmar que existe “una heterogeneidad en el acercamiento y la aproximación”, aunque se trata de “un problema mucho más grande” que, a su juicio, “tiene que ver con el modelo de ciudad y de sociedad”.

“Construimos sociedades que tienen en sus calles más salones de juego que cualquier otro tipo de ocio y la cuestión es qué mensaje le mandamos como sociedad a gente que tiene 17 o 18 años”, espetó, para hacer hincapié en que el Gobierno “no puede tomar la decisión de cerrar salones de juego”. “En el caso de que llegase, la decisión correspondería a las comunidades autónomas, que son las que tienen competencia en juego presencial”, reiteró.

“Nosotros lo que hacemos es empujar a coordinar para que se vaya en una dirección, naturalmente, de protección de las familias y de las personas consumidoras, en este caso de juego”, resolvió.